Por lo menos la mitad de la casta política se tiene que ir a su casa

No hay otra y no hay otra oportunidad. Caso contrario Argentina no tiene salida de esta crisis terminal. Por lo menos la mitad de la casta polìtica se tiene que ir a su casa.

Por lo menos la mitad de la casta política se tiene que ir a su casa

No me importa de que selecto "Club" político son. Eso no es lo importante. Son todos impresentables e inútiles. ¿Qué han mejorado en 40 años de democracia? 

¿De qué nos sirve tener una veintena de ministerios que en la práctica consiguen el fin contrario para el que fueron pensados?

Es decir... Tenemos un Ministerio de Seguridad y a la gente la siguen matando y robando como a perros. Tenemos un Ministerio de Trabajo y cada vez hay menos empleo. Tenemos un Ministerio de Justicia, para cada vez tener menos justicia. Tenemos un Ministerio de Educación, para cada día ser más "Burros". Tenemos un Ministerio de Salud que reparte las vacunas entre los amigos del poder y a los jubilados en Pami no los atienden. Tenemos un Ministerio de la Mujer y siguen matando mujeres como moscas... ¿Quién dijo que más, en realidad es más? ¿Quién te asegura que por solo nombrar los derechos simplemente tenes tales derechos?

Argentina es un paìs "Nepótico"; "Feudal"; "Corrupto"; "Mafioso"; "Prevendario"; "Ventajero"; "Megalómano"; "Rapiñero" y fecundador de los más absurdos privilegios para algunos. ¿Quienes son esos algunos? Estoy convencido que es la maldita "Casta política" con todos sus planetas satélites. Es decir, los sindicalistas, la prensa carroñera, una porción del aparato de "Injusticia" y otro tanto del empresariado local que tiene capacidad de negociar e imponer.

Pero siempre la única responsable, es "La Cabeza", que es la que piensa por todos nosotros. ¿Y quien es la cabeza? ¡Por supuesto que la corporación política!

Aunque no me creas aquí no intento hacer política ni este es un editorial político. Estoy hablando de economía y de hacer economía. Recuerdo la famosa frase del extinto ex presidente Carlos Saùl Menem: "Cirugía mayor sin anestesia".

Es decir, para salvar al paciente que tiene "Gangrena", hay que amputar. ¿Quién es el paciente? Pues Argentina. ¿Cuál es la gangrena? ¡La gangrena es la política! Argentina ya no soporta más esta gangrena apátrida que se encumbra para que solo se fortalezcan sus privilegios y curros. Como si fueran reyes y todo estaría dispuesto para ellos mismos.

La casta política argentina no solo es ineficaz e ineficiente, sino que además es sumamente cara. Por eso hay que cortar por lo sano y detener la putrefacción que nos aqueja. Si no se hace así, Argentina no sale más de la mierda donde la han hundido.

Y repito, esto no es política. Esto es un grito desesperado para que de una vez por todas entendamos que tenemos que ahorrar en salud. Hay que hacer economía y se debe economizar con lo que no nos sirve absolutamente para nada. ¿Encontráis otra cosa que se pueda economizar, con que no sea la caja de la política?

O se achican ellos o nos van a seguir achicando a nosotros hasta lo impensable. A ellos no les importa. ¿Viste que esta tropa de impresentables (todos), haya sacrificado alguno de sus tantos privilegios durante la cuarentena/pandemia? 

Argentina requiere achicar los parlamentos. El nacional, los provinciales y también los municipales. ¿Cómo se hace? Es muy simple. Que inventen una fórmula, igual que lo hacen para achicar las jubilaciones y los salarios, pero para reducir la cantidad de impresentables que se sientan en sus bancas.

Por eso digo que este editorial no es político, sino económico. El estado Argentino hace 40 años que es deficitario. Pero la caja de la política no la toca nadie. Pues ahora, estamos en el fondo del abismo y siguen resolviendo la cuestión, simplemente aumentando impuestos. Argentina ya no soporta más el peso tributario. Hay que achicar donde corresponde. Argentina tiene que mandar por lo menos a la mitad de los políticos a su casa. Para que se pueda reducir dramáticamente impuestos y aunque sea aparezca una posibilidad de que hayan inversiones y se fomente el empleo privado y genuino.

Pero no es solo lo anterior. Lo anterior es solo una pata. También requerimos una reforma jurídica, donde se establezcan bases sustentables en el tiempo, que otorguen a Argentina seguridad jurídica. Porque para que alguien invierta en Argentina, tienen que existir reglas de juego claras. La reforma jurídica que requiere Argentina, no es la que quiere realizar la "Reina Cristina", para luego decir que la historia la ha absuelto. Ella se tiene que someter a la justicia y tiene que dar cuenta por sus actos en la función pública como cualquier otro ciudadano.

Lo que requiere Argentina, no es una reforma de la justicia federal. Esa reforma es para que la "Casta política" tenga impunidad. A nosotros como país nos beneficia en muy poco. En cambio Argentina requiere una jurisprudencia sólida y que perdure en el tiempo, que garantice la propiedad privada, para favorecer las inversiones. El que invierte quiere saber que todos los años o cada vez que asume alguien el poder, no le va a cambiar las reglas de juego. Esto es necesario, para que de una vez Argentina pueda crear puestos de trabajo genuinos.

El ciudadano sea de la vertiente política que sea, se tiene que convencer que por lo menos la mitad de la Casta política se tiene que ir a su casa. Los políticos en Argentina son sumamente onerosos en relación con otros países desarrollados del mundo. Estas son las verdaderas razones, por la que Argentina siempre es deficitaria. El estado tiene que dejar de derrochar el esfuerzo y el trabajo de todos los Argentinos. Ellos son nuestros empleados y no nuestros dueños. ¿Se entiende la diferencia?

La solución hasta el día de hoy, han sido marchas inherentes a intereses sectoriales. ¿Pero han servido para algo? Tan solo para el interés sectorial, pero no para el proyecto colectivo de todos los argentinos. En tal sentido, creo que los argentinos nos tenemos que unir en pro de objetivos comunes que nos beneficien a todos en el largo plazo. Entre dichos intereses que nos atañan a todos, creo que el principal, es conseguir un brutal y profundo recorte del aparato político.

Si los ciudadanos en sus puestos de trabajo comunes son reemplazados por máquinas, ¿que es lo que hace que cada vez sean más los integrantes de la corporación política? ¿No deben ellos estar sometidos  a las mismas normativas y leyes que nos obligan a cumplir? Si el ciudadano tiene que vivir y convivir con la flexibilización laboral, ¿por qué no aplicar el mismo criterio para la política?

Si un trabajador común que trabaja en una empresa no es eficiente se lo echa o sanciona. ¿Qué privilegios tienen los políticos que los seguimos manteniendo, aún cuando son totalmente inútiles en sus funciones?

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