51% de pobreza en Buenos Aires y el dólar blue toma el ascensor

Las perspectivas para la Argentina no son nada alentadoras. Esto ya se sabia desde hace algún tiempo, aunque el gobierno solo atinó a barrer la mugre bajo la alfombra. 

51% de pobreza en Buenos Aires y el dólar blue toma el ascensor

De alguna forma, la alfombra, es la "Pandemia" y también bastante "Macri". Sin embargo, nada es eterno y las excusas arriban a un punto, donde se hacen increíbles e inviables, para explicar la realidad. Hoy la realidad, es la que vive la gente, es decir: 51% de pobreza en Buenos Aires y el dólar blue que toma el ascensor. Para los números duros, ver la nota: Pobreza: por qué en el conourbano fue del 51% (y se agranda la brecha con la ciudad).

51% de pobreza en Buenos Aires

Lo que sigue faltando en Argentina, es un plan integral de gobernanza, que nos saque de la lógica: "Quédate en casa". Esa estrategia que podía servir para transcurrir la coyuntura del año pasado, ya fue probada con horribles resultados. 

Es un hecho, los muertos no fueron 10.000, que eran los que habría si hubiera estado en el poder Mauricio Macri y las vacunas tampoco llegaron por millones. De alguna forma, lo único que se cumplió, fue lo que había previsto Alberto Fernández. Es decir, aquella confesión que por abril de 2020, Fernández le hizo a Jorge Fontevecchia. "Yo se que hago esto y estoy parando la economía"... "Esta va a ser una gran oportunidad, porque vamos a estar comenzando todos muy igualados abajo"... ¡Sic!

También, es importante aquella frase del presidente, donde afirmaba, que: "A mi no me importan 10% de pobreza". Creo que el resultado en estos momentos, es más que elocuente para describir lo que sucede en Argentina.

La realidad, es un hecho indiscutible, que hoy golpea nuestras vidas. El Presidente estaba anunciando lo que podíamos esperar. La descripción manifiesta, es: "Los voy a empobrecer como nunca antes". ¿Se entiende?

Lo cierto, es que el Presidente estaba confirmando su incapacidad, para transformar la realidad de la gente. La pregunta del millón, es por qué la gente siguió confiando que algo distinto podía llegar. Es obvio que en aquellos dichos, el presidente estaba poniendo las cartas sobre la mesa. Es decir, estaba admitiendo que no tenia ningún tipo de solución para el país. 

Alberto Fernández y el Teletrabajo

Es claro lo que dice el Presidente. No se por qué alguien esperaba algo más, de una persona que es representante de intereses ocultos. Es evidente que ya en marzo de 2020, Alberto Fernández había puesto algunas cartas sobre la mesa. Lo único que se podía esperar, es más pobreza, más indigencia y que todo esto se agudizara, por la falta de un plan genuino e integral, para sacar a Argentina del fondo del pozo. 

Claro, el Presidente y todos los funcionarios pasan todos los meses por el "Cajero", para cobrar sus dietas. Ellos no se ven afectados por la lógica de quedarse sin un ingreso. Y el ingreso a estos señores, se lo cubrimos nosotros con nuestros impuestos. A lo sumo te van a dar una moratoria, para que cumplas en cuotas, con la que ellos se llevan todos los meses. ¡Es una lógica nefasta!

Hace una semana el dólar otra vez había comenzado su despegue. Vía algún artilugio poco ortodoxo, lo volvieron a contener. Desde el gobierno van a decir que la situación está controlada. Pero no. No hay nada controlado en Argentina en términos económicos. Todo es un parche. Estamos en año electoral y la cuestión nuevamente se va a subsanar poniendo en funcionamiento la máquina de producir "billetes". Y probablemente, esta sea la máquina que mejor funciona en Argentina. 

Con esa lógica quiso terminar el Ministro de economía Guzmán, quien ya quedó en fuera de juego, por intentar sacar a un funcionario de su ministerio de 2ª o 3ª línea. Recuerdo por caso la humorada que se hizo viral, en una Argentina donde todo tiende al meme.

Sal de ahí Basualdo, Basualdo

La controversia en el caso del ministro de economía Guzmán, es por la reducción de los subsidios y por lo tanto el aumento de las tarifas de los servicios, para intentar una vez más reducir el déficit fiscal. Algo que Cristina Kirchner se rehúsa a hacer en año electoral. Es decir, el gobierno Kirchnerista va una vez más, por la política de seducir a un electorado, repartiendo presuntos panes y peces. Sin embargo no hay nada que sea definitivamente gratis. Todo tiene un costo en presente o un endeudamiento a futuro. En este caso el populismo una vez más, destruye cualquier posibilidad de que Argentina salga de un camino donde la economía sea algo racional.

Al gobierno, es decir al 4º Gobierno Kirchnerista no le importa multiplicar pobreza. Quizás sean como Cristo, al que le gustaba estar rodeado de pobres. 

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